Gabriel Mariaca Iturri es diseñador y académico de la carrera de Comunicación Visual de la Universidad Católica Boliviana. A través de un modulo de intercambio del Convenio de Desempeño de la Universidad de Tarapacá (UTA), estuvo trabajando en conjunto con docentes y estudiantes de esta y su casa de estudios, en la quinta versión de la revista digital DPM.
Encantado con Arica y la gente que conoció en la UTA, Mariaca contó cómo se pasó de la trinchera del periodismo a la del diseño, y entregó su particular visión en relación al papel de la expresión visual en las sociedades latinoamericanas modernas.
¿Cómo se generó su visita y la de sus estudiantes a la UTA?
Me sorprendió la invitación de la Universidad de Tarapacá para participar en el proyecto del Convenio de Desempeño. Me llamó la atención, pues me interesaba saber en qué condiciones están nuestros alumnos a través de una evaluación externa, con una experiencia concreta. Además, conocer nuevas expresiones a través del diseño multimedia. Para nosotros es muy bueno reflexionar al respecto.
¿Cuál es su opinión en relación al desarrollo de la iniciativa?
Muy fraterno, que es la primera condición para que las cosas marchen. Toda la experiencia ha sido muy cómoda. Entre los chicos se entendieron muy bien, lo que posibilita bastante la parte creativa. Es necesario tener un buen ambiente, y creo que se dio.
¿Cómo tomó la decisión de cambiar de periodista a diseñador?
Soy periodista, pero nunca ejercí el oficio. Estudié comunicación social y una especialidad en periodismo en la Universidad de Berkeley, California. Estando en una práctica en un diario de Washington me di cuenta que lo mío era contar historias, pero de otra forma. De forma gráfica.
Me gusta hacer relatos visualmente. Desde hacer carteles o dedicarme a la tipografía. Eso para mí fue un gusto y enamoramiento que también tuve con el texto o la literatura, sin embargo, adicionalmente tenía una inclinación en el uso de herramientas nuevas, creo que eso fue lo que me llamó la intención. El cambio fue hace 27 años, cuando comenzaron a salir las computadoras Mackintosh.
¿Hay alguna temática particular que le interese y que se refleje en sus trabajos?
Mi labor siempre ha sido una búsqueda de la expresión sobre la identidad. Es decir, una búsqueda no sólo personal, siendo que en general los diseñadores somos egocéntricos en ciertos sentidos, sino buscar una identidad de la gráfica en Bolivia. Esa identidad se refleja en el rediseño de ciertas tipografías; uso intensivo de colores muy saturados -que vienen del proceso fuerte de mestizaje que se da muy fuerte en mi país-; uso de elementos históricos; figuras; fotografías y gráficas que han tenido que ver con nuestra historia. Incorporo esos tópicos como excusa en cualquier trabajo que hago, en un calendario de un banco, una portada de un libro o una revista comercial para jóvenes. Esos elementos son para mí fundamentales. Además, tengo una inquietud importante por la historia, la política y la economía. Es parte de la formación de comunicador que tengo, pienso que es imprescindible contextualizar las cosas para entregar mejor el mensaje.
¿Tienen la misma tendencia los estudiantes y los diseñadores jóvenes?
Para nada. Esta generación cambió mucho. No sé cuando, quizás fue cuando nuestros países ingresaron a la democracia. Son chicos que nacieron en democracia. Los procesos de dictadura y resistencia que nosotros vivimos en los países de Latinoamérica les son completamente ajenos. No necesitan de cierta información para comprender su mundo, como mi generación. Y menos mal que sea así, creo que son más felices, con menos frustraciones y desgarros.
¿Cuál es la impronta de ellos entonces?
Hedonista muy individualista, de satisfacción rápida y sin compromiso social. Creo que es el resultado del mundo tan competitivo y egoísta en el cual crecieron. Por otro lado, la información visual está llegando de otra forma. Los alumnos adquieren la información de una manera diferente a como mi generación lo hacía. Todo va muy rápido. La construcción y diseño de nuevos dispositivos de comunicación están marcando generaciones. Eso implica que dentro de la academia se debe reflexionar para ver que está sucediendo, especialmente en países como los nuestros.
¿Cuál es el papel del diseño en el contexto social actual?
El diseño se convierte en un elemento muy interesante y de punto de encuentro con el arte, la tecnología, la comunicación, Internet y el mundo globalizado. El diseño representa muchos paradigmas de la sociedad. Ahora existen un montón de corrientes nuevas, por ejemplo, en esta universidad se crea la carrera de Diseño Multimedia, existe el diseño de indumentaria, de productos, audiovisual…entonces, el diseño tiene una función muy importante como reorganizadora de una parte de la sociedad.